Cómo usar lentes de contacto diarias
¿Ya te llegaron tus Ace & Tate Contacts? Ojalá te gusten tanto como a nosotros. Sabemos que no es tu primera vez con lentillas, pero quizás estos consejos te resulten útiles antes de usarlas.
Cómo ponerte las lentillas
Con nuestro envase único, tus lentillas siempre estarán en la posición correcta, bocarriba — se acabó manosearlas y darles la vuelta. Todo más directo y, desde luego, mucho más higiénico.
¿Estás preparado? Pues vamos allá:
Lava tus manos a conciencia y sécalas con una toalla limpia, o una toalla de papel desechable.
Presiona suavemente con el dedo índice sobre la lentilla para retirarla. Empieza siempre con tu ojo derecho para ir creando la rutina.
Mira que no esté rota ni sucia — si es así, tírala.
Con los dedos corazón y anular de tu otra mano, eleva el párpado con delicadeza.
Mírate de frente en el espejo, con calma.
Con cuidado coloca la lentilla sobre el ojo. Quizás no te salga a la primera — pero no pasa nada, no hay prisa.
Cuando la lentilla se encuentre sobre el ojo, muévelo en distintas direcciones para centrarla. Puede que sientas cómo se escapa una burbujita de aire. Ahora parpadea un par de veces, y ya está.
Repite el proceso con tu otro ojo. ¿A que no fue tan mal?
Y un truco para quienes usan maquillaje — ponte primero las lentillas para evitar luego los manchurrones de rímel.
¡Y ahora a disfrutar! Tus ojos deberían sentirse bien todo el día, pero si quieres hidratación extra, ponte de vez en cuando unas gotas para los ojos compatible con lentes de contacto.
Cómo quitarte las lentillas
Al quitártelas hay que tomar tantas precauciones como al ponértelas.
Lava tus manos a conciencia y sécalas con una toalla limpia, o una toalla de papel desechable.
Mírate de frente en el espejo, y respira.
Con una mano, baja el párpado inferior con cuidado.
Con el dedo índice de tu otra mano, desliza la lentilla hasta la parte inferior del ojo — te será de ayuda mirar ligeramente hacia arriba.
Toma la lentilla con la punta de dos dedos hasta que se pliegue y sea fácil de sujetar. ¡Cuidadín con las uñas!
Retira la lentilla del ojo y deshazte de ella (que no se te ocurra reutilizarla).
Repite el proceso con tu otro ojo.
El cuidado de tus lentes de contacto
Lo primero, guarda tus lentillas correctamente:
Aquí encontrarás más información sobre cómo mantener tus ojos sanos y las lentes de contacto limpias.
Cuándo llevar lentes de contacto
Hay momentos en los que llevar lentillas te hace la vida más fácil. Por ejemplo:
En el gimnasio — adiós a las gafas sudadas.
Cocinando — se acabaron los cristales empañados.
O dando cabezazos en los conciertos.
Cuando te parezca, en serio.
Cuándo no llevar lentes de contacto
En algunos casos, por cuestiones de higiene, es esencial que no lleves lentillas. Veamos:
En contacto con el agua — no es seguro llevar lentillas al lavarte la cara, en la ducha o en la piscina.
Si no puedes lavar o secar tus manos adecuadamente antes de ponerte o quitarte las lentillas. De camping, por ejemplo, piénsatelo mejor.
Más tiempo del recomendado por tu óptico (entre 6 y 12 horas). Depende de cada caso — por eso, haz caso a tu óptico.
Al dormir. Se puede decir más alto, pero no más claro: quítate las lentillas antes de irte a la cama.